La alternativa a los sujetadores reductores es esta
En general los sujetadores reductores son feos, incómodos y un tanto ortopédicos. Aún así, son muchas las mujeres que buscan sujetadores reductores para encorsetar su pecho y que parezca más pequeño. A ninguna se le ha ocurrido buscar una alternativa como esta.
Antes de que sigas leyendo, vamos a confirmar una cosa: en Le Bratelier somos más de sacar pecho que de aplastar teta, así que no somos nada fans de los sujetadores reductores. Es así: no nos gustan estéticamente (¿y a quién sí?), no nos convence su sistema y no compartimos su objetivo. Aquí tienes nuestra alternativa.
¿Para qué sirven los sujetadores reductores?
El sujetador reductor es una prenda con un único objetivo: disimular y/o reducir el pecho. La idea es que al ponerte tu ropa de persona normal encima de un sujetador reductor, tu pecho parezca hasta una talla menos de la que realmente es.
Evidentemente, esto sólo se puede conseguir aplastando el pecho. Es física pura. Lo ideal es que el aplastamiento se produzca de la manera más uniforme posible para que el pecho se desparrame hacia arriba y hacia los lados y el volumen total se reparta. En marketing lencero esto se llama efecto redondeado, pero en verdad sigue siendo modo aplastado.
No hay que confundir los sujetadores reductores con los que están diseñados para tallas grandes. El hecho de que sean más armados, tengan costuras en las copas o refuerzos laterales no significa que sean reductores. Los sujetadores de tallas grandes pretenden sujetar un volumen más grande sin necesidad de reducirlo o aplastarlo.
¿Cómo son los sujetadores reductores?
Los sujetadores reductores son, en general, bastante feos. Lo que se pretende es que queden bien con la ropa puesta. De ahí que a nadie le importe demasiado cómo quedan por dentro, a la vista de quien lo lleva y con quien lo quiera compartir. Por eso suelen ser grandes, desproporcionados y antiestéticos.
El patrón más habitual es una costura horizontal o diagonal en el medio justo de la copa con otras laterales, costuras estratégicamente colocadas para aplastar el pecho y repartir el volumen hacia todas partes. Si decides confiar en esta técnica, te recomendamos que la camiseta que elijas para llevar encima no sea escotada, de tirantes o muy ajustada. De lo contrario, se te verá el plumero – por así decirlo.
El efecto aplastado también se puede conseguir con una tela preformada sin costuras o con otro tipo de trucos, pero la técnica siempre es el aplastado sin piedad.
¿Cuál es la alternativa a los sujetadores reductores?
La alternativa que te proponemos a los sujetadores reductores es sencilla: elegir un sujetador de la talla correcta. Y ya que te pones, que sea un modelo adecuado a la forma de tu pecho.
No tienes por qué esconder el volumen. No sólo porque la vida sabe mejor sin complejos, sino porque en realidad el efecto aplastado queda mucho más feo y engorda. Eso es, te hace parecer más gorda.
Sin embargo, el pecho bien colocado en un sujetador de tu talla real que te levante el pecho y lo sujete bien sin añadir volumen, proporciona un efecto bonito, con y sin ropa. El resultado es una figura más esbelta, un pecho más cómodo, una actitud más segura y una salud mental intacta.
Concédenos al menos el beneficio de la duda: busca un sujetador que te guste, que sea tu talla real (después de haberte medido, no la que crees que es la tuya) y que sujete bien (ya sabes, contorno ancho, tirantes cómodos, copa amplia…). Mírate bien, vestida y desnuda, y di la verdad: lo que ves es más bonito que un reductor. Y lo sabes.
No tengas complejos que no debes tener ni intentes disimular lo que no tienes que esconder. Sobre todo porque, en este caso, el remedio es mucho peor. La alternativa que te proponemos a los sujetadores reductores es sacar pecho, en la talla correcta.
