5 cosas que debes saber sobre los cambios del pecho en el embarazo4 septiembre, 2017

cambios del pecho en el embarazo

5 cosas que debes saber sobre los cambios del pecho en el embarazo

Estoy embarazada: ¿cuáles son los cambios del pecho en el embarazo? ¿cuánto va a crecer? ¿me va a doler? ¿qué tengo que hacer? Futura mamá, toma nota: en los próximos nueve meses tu pecho va a requerir muchos cuidados

Algunos estudios indican que en las vacaciones de verano se conciben más bebés que en otras épocas del año: para muchas, el inicio del nuevo curso coincide con el inicio de un embarazo. Aprovechamos esta circunstancia para darte las pautas sobre los cambios del pecho en el embarazo y cómo afrontarlos.

Tu pecho ha sido el primero en enterarse de tu nuevo estado y se prepara para cumplir con su función principal: la lactancia. Es una de las partes de tu cuerpo que más va a cambiar a lo largo del embarazo y, si después del parto o la lactancia quieres recuperar su forma y su firmeza, vas a tener que emplearte a fondo. Aquí van 5 cosas que debes saber sobre los cambios del pecho en el embarazo.

 

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1. Aumento de tamaño: cambios de talla

Desde las primeras semanas del embarazo, notarás tu pecho más firme y lleno, y su tamaño aumentará a medida que se prepare para la lactancia. Durante los próximos nueves meses el pecho no va a dejar de crecer, aunque lo habitual es que crezca al principio, hasta el tercer mes, para volver a crecer en la etapa final, a partir del séptimo mes.

Este crecimiento no debe preocuparte, ya que después del parto (o de la lactancia) el pecho recuperará su tamaño habitual. Eso sí, si quieres que recupere también su forma y su firmeza, tienes que llevar una talla de sujetador adecuada durante todo el embarazo. Eso significa medirte con regularidad y cambiar tu talla a medida que aumente el tamaño del pecho: sólo así evitarás que te quede caído.

Ten en cuenta que no sólo aumentará el tamaño de las mamas (la copa) sino también el tamaño de tu cuerpo (el contorno), que se ensancha para hacer más sitio al bebé. Si tu talla habitual es una 90B, es posible que durante el embarazo subas primero a una 95B e incluso llegues a una 95C. Que no te asuste aumentar de talla: es algo temporal y necesario para recuperar tu pecho y que no se te caiga.

 

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2. Cambios en la forma: tipos de sujetador

Además de aumentar su tamaño, tu pecho va a cambiar de forma: lo vas a notar más redondo, más hinchado y más sensible. Es hora de que revises el tipo de sujetador que estás usando.

Si tienes claro que vas a dar el pecho a tu bebé, te recomendamos que durante el embarazo uses sujetadores de lactancia: son más blandos pero sujetan igual que cualquier otro tipo de sujetador y podrás usarlos después del parto. Así no tendrás que duplicar el gasto en sujetadores nuevos.

Algunos profesionales recomiendan no usar sujetadores con aro. Para otros, los aros no representan ninguna amenaza y no está probado que sea dañino para el pecho de la embarazada, siempre que se use la talla correcta. Hay mujeres que necesitan aros para sujetar un volumen de pecho determinado que, además, está creciendo. Otras se sienten incómodas con sujetadores armados, no sólo por los aros sino también por las costuras de la copa o los refuerzos laterales. Nuestra recomendación es que cada una valore por sí misma y decida qué tipo de sujetador llevar, siempre que esté cómoda y le sujete correctamente.

Si tienes mucho pecho o te sientes incómoda al levantarte, necesitas un sujetador para dormir. En este caso sí recomendamos un sujetador blando y sin aros para mayor comodidad.

 

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3. Estiramiento de la piel: cuidado con las estrías

Uno de los cambios más temidos por las embarazadas es el estiramiento de la piel, ya que pueden aparecer estrías. La piel se estira para acoplarse a los cambios de tamaño: no sólo sucede en el pecho sino también, obviamente, en la tripa y en los muslos.

Las estrías pueden aparecer o no, pero si aparecen ya no se irán. Dependerá del tipo de piel, de si hay estrías previas, de cómo afecte el embarazo a cada mujer en particular… Como no se puede preveer, te recomendamos que uses una crema antiestrías desde que te enteres que estás embarazada: recuerda que los cambios en el tamaño del pecho se dan muy al principio.

La crema se debe aplicar a diario, haciendo un suave masaje desde la parte del pecho más cercana a las axilas hasta el centro de las mamas y en el pezón. Si no tienes a mano tu crema antiestrías, utiliza una crema cualquiera, pero no dejes de darte crema todos los días.

Las estrías no deben confundirse con las venitas de las mamas, que en el embarazo se pueden hacer más visibles y parece que se transparentan a través de la piel. Estas venitas no deben preocuparte.

 

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4. Hipersensibilidad, cambios en el pezón y en la areola

Desde el principio del embarazo, aumenta considerablemente la sensibilidad en las mamas. Lo notarás sobre todo en los pezones, más grandes, más rígidos y más doloridos: a veces, el más mínimo roce molesta. El aspecto de las mamas también cambia: aumenta el tamaño de la areola y su color se vuelve más oscuro. Puede que notes unos bultitos o manchas alrededor del pezón o de la areola.

Estos cambios pueden permanecer durante todo el embarazo y no deben preocuparte, son absolutamente normales. La areola y el pezón recuperarán su aspecto habitual pocos meses después del parto o de la lactancia.

Al final del embarazo y durante la lactancia, el pezón podría agrietarse. Para hidratarlo, utiliza leche de almendras dulces y evita otras cremas con alcohol que provocarán escozor.

 

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5. Pérdida de firmeza

Es normal que a lo largo del embarazo notes que el pecho pierde su firmeza: no debes permitir que esto ocurra, ya que si el pecho se da de sí, no recuperará su forma. Para evitarlo, es esencial que uses un sujetador adecuado de la talla correcta. Pero también puedes seguir estas pautas:

Ejercicios para fortalecer el pecho: puedes realizar ejercicios para fortalecer los pectorales; de todos modos, dado que el pecho no tiene músculos en sí mismo, la eficacia de estos ejercicios es relativa.

Agua fría: puedes aplicarte duchas de agua fría en masajes circulares para tonificar la piel del pecho.

Cremas reafirmantes: antes de aplicarte una crema reafirmante durante el embarazo, consúltalo con tu ginecólogo o con tu dermatólogo.

 

Los síntomas que hemos descrito son los cambios del pecho en el embarazo más habituales. Sin embargo, el hecho de que tú no los notes no significa que no vayas a poder dar el pecho: no tiene nada que ver. Tu capacidad para dar el pecho después del parto es algo que debes tratar con tu médico. Por el contrario, si notas estos u otros síntomas de forma muy acentuada, consúltalo con tu ginecólogo y hazle todas las preguntas que necesites al respecto: él es quien mejor te puede asesorar.

BIBLIOGRAFÍA

 

 

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